Illustration: Julius Thesing
Sprecher Deutsch: Stephan Niemand
Übersetzerin und Sprecherin Spanisch: Sandra Ramírez Serna
© Mulingula e.V., lizensiert unter CC BY-NC-ND 4.0
von Achim Bröger
Achim Bröger
„Hast du eben Herrn Felix und Herrn Konrad gesehen?“, fragt der Mann mit Regenschirm die Frau mit Dackel. „Ich glaube, die haben sich nicht gegrüßt.“
„Nicht gegrüßt“, murmelt die Frau mit Dackel.
—¿Has visto al señor Félix y al señor Konrad? —pregunta el hombre con sombrilla a la mujer con perro salchicha—. Creo que no se han saludado.
—No se han saludado —murmura la mujer con perro salchicha.
Kopfschüttelnd geht sie weiter, trifft an der nächsten Ecke den dicken Mann. „Stell dir vor“, sagt sie zu ihm, „nicht mal gegrüßt haben sich der Herr Felix und der Herr Konrad. Und böse angesehen haben sie sich auch.“
„Nicht gegrüßt und böse angesehen“, wiederholt der dicke Mann schnaufend.
Ella sigue su camino sacudiendo la cabeza. En la en la próxima esquina se encuentra con el hombre gordo. —Imagínate —le dice—, el señor Félix y el señor Konrad, ni siquiera se han saludado. Y también se han mirado mal.
—No se han saludado y se han mirado mal —repite el hombre gordo jadeando.
Dann geht er weiter, trifft an der nächsten Ecke den wichtigen Mann mit Aktentasche. „Guten Tag, wichtiger Mann mit Aktentasche“, grüßt er. „Weißt Du schon das Neueste?
Der Herr Felix und der Herr Konrad haben sich nicht gegrüßt. Bitterböse angesehen haben sie sich, außerdem sind sie wütend aneinander vorbeigegangen.“
„Nicht gegrüßt, bitterböse angesehen und wütend aneinander vorbeigegangen“, wiederholt der wichtige Mann mit Aktentasche.
Entonces sigue su camino, En la próxima esquina se encuentra con el hombre importante con maletín. —Buenas tardes hombre importante con maletín —saluda—, ¿ya sabe la última?
El señor Félix y el señor Konrad no se han saludado. Se han mirado muy mal, además, se han cruzado enojados el uno con el otro.
—No se han saludado, se han mirado mal y se han cruzado enojados el uno con el otro —repite el hombre importante con maletín.
Dann geht er weiter, trifft an der nächsten Ecke den lustigen Mann und sagt: „Der Herr Felix und der Herr Konrad machen mir Sorgen.
Die grüßen sich nicht mehr.
Dafür sehen sie sich bitterböse an und drohen sich mit der Faust. Und der eine soll den anderen gestoßen haben, bestimmt sogar umgestoßen, so wütend sind sie aufeinander.
Entonces continúa su camino, En la próxima esquina se encuentra con el hombre gracioso y dice: —El señor Félix y el señor Konrad me preocupan.
Ya no se saludan.
Todo lo contrario, se miran mal y se amenazan con el puño. Y uno debe haber empujado al otro, seguramente, incluso lo debe haber tirado al suelo. Así están de enojados.
Sicher hat der Herr Felix den Herrn Konrad umgestoßen, denn der Herr Felix ist stärker.“
„Nicht gegrüßt, bitterböse angesehen, mit der Faust gedroht und umgestoßen“, wiederholt der lustige Mann.
Seguramente el señor Félix ha empujado al señor Konrad, porque el señor Félix es más fuerte.
—No lo ha saludado, lo ha mirado mal, lo ha amenazado con el puño y lo ha empujado. —repitió el hombre gracioso.
Dann geht er weiter, trifft an der nächsten Ecke die kleine Frau mit Blümchenhut. „Hallo“, sagt er zu ihr, „toller Hut, das Ding auf deinem Kopf.
Aber stell dir vor, der Herr Felix hat den armen Herrn Konrad nicht gegrüßt und bitterböse angesehen.
Entonces sigue su camino. En la próxima esquina se encuentra a la pequeña mujer con el sombrero de florecitas.
—¡Hola! —le dice—, bonito sombrero, la cosa que llevas en tu cabeza. Pero imagínate, el señor Félix no ha saludado al pobre señor Konrad y lo ha mirado mal.
Mit der Faust hat er ihm gedroht. Auf die Straße geworfen hat er ihn auch, dass er beinahe überfahren worden wäre. Wenn das die Frau Konrad erfährt, die wird es dem Herrn Felix aber geben.“
„Nicht gegrüßt, bitterböse angesehen, mit der Faust gedroht, umgeworfen, fast überfahren worden. Zum Glück wird die Frau Konrad ihrem Mann helfen“, sagt die kleine Frau mit Blümchenhut.
Lo ha amenazado con el puño. También lo ha tirado a la calle, que casi lo atropellan. Cuando la señora Konrad se entere, ella tendrá algo que decirle al señor Félix.
—No lo ha saludado, lo ha mirado mal, lo ha amenazado con el puño y casi lo atropellan. Por suerte la señora Konrad va a ayudar a su esposo —dice la pequeña mujer con el sombrero de florecitas.
Dann geht sie weiter, trifft an der nächsten Ecke den humpelnden Mann. „Wie geht's?“ fragt sie.
„Schlecht“, sagt er.
„Aber dem Herrn Konrad geht’s schlechter“, sagt die Frau mit Blümchenhut. „Herr Felix, dieser Rohling, hat ihn nicht gegrüßt, bitterböse angesehen, mit der Faust umgestoßen und vor ein Auto gerollt. Der sieht jetzt aus! Dicke Beule am Kopf, blaues Auge, ganz schlimm.
Entonces ella sigue su camino. En la próxima esquina se encuentra con el hombre que cojea. —¿Cómo estás? —pregunta.
—Mal —responde.
—Pero al señor Konrad le va peor —dijo la señora con el sombrero de florecitas—. El señor Félix, ese bruto, no lo ha saludado, lo ha mirado mal, lo ha amenazado con el puño y lo ha tirado delante de un auto. ¡Ahora se ve así! Un chichón grande en la cabeza, un ojo morado, muy mal.
Zum Glück ist die Frau Konrad kräftig, die wird's dem Herrn Felix ordentlich geben. Erst vorhin habe ich sie im Laden gesehen. Sie hat Konservendosen eingekauft.“
„Nicht gegrüßt, bitterböse angesehen, mit der Faust aufs Auge gehauen, vor das Schienbein getreten.
Por suerte, la señora Konrad es fuerte, le dará su merecido al señor Félix. Hace un momento la he visto en la tienda. Ella ha comprado latas de conservas.
—No lo ha saludado, lo ha mirado mal, le ha pegado un puñetazo en el ojo, lo ha pateado en la espinilla.
Durchhauen wird die Frau Konrad den Herrn Felix dafür“, sagt der humpelnde Mann und humpelt weiter, trifft an der nächsten Ecke den Mann mit Glatze.
„Schon gehört?“ fragt er ihn. „Der Felix, der Lumpenkerl, hat den armen Herrn Konrad nicht gegrüßt, bitterböse angesehen, mit der Faust aufs Auge gehauen, vor das Schienbein getreten, auf die Straße geworfen, dass er beinahe unter ein Auto gerollt wäre. Dicke Beule, blaues Auge, alles ganz schlimm.
La señora le dará una paliza al señor Konrad por eso —dice el hombre que cojea y continúa cojeando. En la próxima esquina se encuentra con el hombre calvo.
¿Ya has escuchado? —le dice—. El Félix, ese sinvergüenza, no ha saludado al pobre señor Konrad, lo ha mirado mal, le ha dado un puñetazo en el ojo, lo ha pateado en la espinilla, lo ha tirado a la calle, casi lo atropella un auto. Un chichón grande en la cabeza, un ojo morado, todo muy terrible.
Aber dann kam die kräftige Frau Konrad. Die hat es dem Herrn Felix gezeigt. Geschimpft, auf den Zeh gestiegen, eine Dose Bohnen an den Kopf geworfen.
Und die Konradkinder waren auch dabei. Die Felixkinder und die Felixfrau sind hergerannt. Tolle Keilerei! Polizei- und Krankenwagen kamen, Feuerwehr fehlte auch nicht, und die hat alles nass gespritzt.“
Entonces llegó la fuerte señora Konrad. Le dio su merecido al señor Félix. Lo ha regañado, le ha pisoteado el dedo gordo del pie, le ha tirado una lata de fríjoles en la cabeza.
Y también estaban allí los hijos del señor Konrad. Los hijos y la esposa del señor Félix han venido corriendo. ¡Estupenda Pelea! Vinieron la patrulla de la policía y la ambulancia, tampoco faltaron los bomberos que han mojado todo.
„Nicht gegrüßt, bitterböse angesehen, mit der Faust aufs Auge geschlagen, gegen das Schienbein getreten, unter ein Auto gerollt. Dicke Beule, blaues Auge. Tolle Familienkeilerei mit Polizei und Krankenwagen.
Zum Glück ist dann die Feuerwehr gekommen, und jetzt sind alle nass“, wiederholt der Mann mit Glatze und murmelt: „Da können einem ja die Haare zu Berge stehen.“
—No lo ha saludado, lo ha mirado mal, le ha dado un puñetazo en el ojo, lo ha pateado en la canilla, lo ha tirado delante de un auto. Un chichón grande en la cabeza, un ojo morado. Estupenda pelea familiar con policía y ambulancia.
Por suerte llegaron los bomberos y ahora están todos mojados —repite el hombre calvo y murmura—: A uno se le pueden poner los pelos de punta con eso.
Dann geht er weiter, trifft an der nächsten Ecke… den armen Herrn Konrad. „Ooooch... das tut mir aber furchtbar leid“, sagt der dicke Mann mit Glatze. „Wie geht's denn?“
„Sehr gut, aber ich habe leider keine Zeit. Ich treffe nämlich meinen Freund, den Herrn Felix. Wir wollen zusammen ein Bier trinken.“
Entonces sigue su camino. En la próxima esquina se encuentra… al pobre señor Konrad.
—Uy… lo siento mucho —dice el hombre calvo—.¿Cómo estás?
—Muy bien, pero desafortunadamente no tengo tiempo. Es que voy a encontrarme con mi amigo, el señor Félix. Queremos tomarnos juntos una cerveza.
„Das versteh ich nicht“, wundert sich der Mann mit Glatze.
„Der Herr Konrad hinkt nicht, der ist nicht nass. Der sieht aus und tut so, als wäre ihm gar nichts passiert. Das versteh ich wirklich nicht“, wundert er sich nochmal.
—Eso no lo entiendo —se preguntó el hombre calvo—. El señor Konrad no cojea, no está mojado. Él se ve y actúa como si nada hubiera pasado. Eso no lo entiendo —se pregunta él de nuevo.